viernes, 14 de septiembre de 2012

RESPETO

 

RESPETO



El respeto es reconocer en sí y en los demás sus derechos y virtudes con dignidad, dándoles a cada quién su valor. Esta igualdad exige un trato atento y respetuoso hacia todos. El respeto se convierte en una condición de equidad y justicia, donde la convivencia pacífica se logra sólo si consideramos que este valor es una condición para vivir en paz con las personas que nos rodean.
Se debe cultivar el respeto para construir, nunca para destruir; buscar hacer el bien es la antesala del amor sincero. Debes quererte cuidando tu cuerpo, no realizar acciones que puedan representar un daño para ti; es aquí donde tu integridad tiene que ser lo más valioso y con esto estarás demostrándote el respeto hacia tu persona, para así poder gozar de tu bienestar físico y mental.
Otro aspecto que involucra el respeto es el de proteger la vida de nuestro planeta, y una forma de demostrarlo es cuidando la limpieza del agua, aire y suelo, plantar árboles para que la tierra se quede entre las raíces y no se las lleven ni el agua ni el viento, usar solo el agua que necesitemos, defender la vida de las selvas y los bosques; recuerda que el hombre, las plantas y los animales compartimos el mismo planeta.
Este sentido de honor y de valor puede extenderse a la naturaleza. La falta de respeto y trabajar en contra de la naturaleza ocasiona un desequilibrio ecológico y desastres naturales; entonces extendamos el respeto hacia los recursos naturales, para que la humanidad pueda vivir con seguridad y abundancia.
Así, la vida del hombre está basada en las relaciones que establece con la naturaleza y cómo hace uso de ella para mejorar su calidad de vida.

                    

jueves, 13 de septiembre de 2012

COMPRESION



COMPRESION




 



La comprensión es la actitud tolerante para encontrar como justificados y naturales los actos o sentimientos de otro. Es en este momento nos percatamos que la comprensión va más allá de “entender” los motivos y circunstancias que rodean a un hecho, es decir, no basta con saber que pasa, es necesario dar algo más de nosotros mismos.
Podemos “saber “ que un empleado nuestro comete errores con cierta frecuencia, “justificamos” este hecho debido a una falta de conocimiento, lo cual determina sus fallas como involuntarias y observamos la necesidad urgente e inmediata de brindar la capacitación correspondiente. El justificar se convierte en una disculpa, en una atenuante que nos hace ubicar el problema en su justa medida, por lo tanto, la comprensión nos lleva a proponer, sugerir o establecer los medios que ayuden a los demás a superar el estado por el que actualmente pasan.
El ser tolerantes no significa ser condescendientes con lo sucedido y hacer como si nada hubiera pasado, la tolerancia debe traducirse como la confianza que tenemos en los demás para que superen sus obstáculos. El padre de familia que retira todo su apoyo a los hijos hasta que mejoren sus calificaciones, condiciona su comprensión a resultados, y no al propósito, al esfuerzo y al empeño que se pongan para lograr el objetivo.
Ver con “naturalidad” los actos y sentimientos de los demás, es la conciencia de nuestra fragilidad, la convicción de saber que podemos caer en la misma situación, de cometer los mismos errores y de dejarnos llevar por el arrebato de los sentimientos.
La mayoría de las veces los sentimientos juegan un papel importante y debemos ser cuidadosos. Una persona exaltada, triste o francamente molesta esta sujeta a la emoción momentánea, lo cual reduce su capacidad de reflexión, con la posibilidad latente de hacer o decir cosas que realmente no piensa ni siente. Cada vez que alguien pide comprensión, a través de palabras o actitudes, busca en nosotros un consejo, una solución o una idea que lo haga recuperar la tranquilidad y ver con más claridad la solución a su problema.
El comprender no debe confundirse con un “sentirse igual” que los demás, esto puede suceder con las personas a quien les tenemos cierta estima, pero, ¿Qué pasaría con quienes no tenemos un lazo afectivo? Es necesario enfatizar que la comprensión, es y debe ser, un producto de la razón, de pensar en los demás, “ de ponerse en los zapatos del otro”, sin hacer diferencias entre las personas. Si alguna vez nos hemos visto incomprendidos, recordaremos el rechazo experimentado y como nos sentimos defraudados por la persona que no supo corresponder a nuestra confianza.
Existen un sinnúmero de oportunidades para vivir el valor de la comprensión. En las situaciones cotidianas tenemos a tendencia a reaccionar con impulsos, por ejemplo: cuando no esta lista la camisa que pensábamos usar; si llegamos a casa y aún no han terminado de preparar la comida; una vez más los hijos han dejado sus juguetes esparcidos por toda la casa; los compañeros de clase que no terminaron a tiempo su parte del trabajo en equipo; el informe para la oficina que tuvo errores y se retrasó; etc. Si deseamos hacer nuestra comprensión de manera consciente, debemos pensar un momento si hacemos lo necesario para:


- Aprender a escuchar y hacer lo posible para no dejarnos llevar por el primer impulso (enojo, tristeza, desesperación, etc.)


- No hacer juicios prematuros, primero se deben conocer todos los aspectos que afectan a la situación, hay que preguntar. No basta decir que una persona es poco apta para un trabajo.
- Distinguir si es una situación voluntaria, producto de los sentimientos o de un descuido. En cualquier caso siempre habrá una forma de prevenir futuros desaciertos.
- Preguntarnos que haríamos y como reaccionaríamos nosotros al vernos afectados por la misma situación.
- Buscar las posibilidades y opciones de solución. Es la parte más activa de la comprensión, pues no nos limitamos a escuchar y conocer que sucede.
-Dar nuestro consejo, proponer una estrategia o facilitar los medios necesarios que den una alternativa al alcance de la persona.
 
La comprensión no es algo para ejercitar en situaciones extremas, se vive día a día en cada momento de nuestra vida, con todas las personas, en los detalles más pequeños y en apariencia insignificantes.
¡Qué importante es la comprensión! Podemos afirmar que es un acto lleno de generosidad porque con ella aprendemos a disculpar, a tener confianza en los demás, y por lo tanto, ser una persona de estima, a quien se puede recurrir en cualquier circunstancia.














martes, 11 de septiembre de 2012

AMISTAD

AMISTAD




El origen etimológico de la palabra amistad no ha podido ser determinado con exactitud. Hay quienes afirman que proviene del latín amicus (“amigo”), que a su vez derivó de amore (“amar”). Sin embargo, otros estudiosos afirman que amigo es un vocablo griego compuesto por a (“sin”) y ego (“yo”), por lo que amigo significaría “sin mi yo”. En todo caso, la amistad es una relación afectiva entre dos personas y una de los vínculos interpersonales más comunes que la mayoría de los seres humanos tienen a lo largo de su vida.La amistad involucra diversos sentimientos, donde un amigo acude al otro en busca de confianza, amor, consuelo, respeto y compañía, por ejemplo. Estas relaciones se presentan en todas las etapas de la vida, aunque con distintos grados de importancia y trascendencia. Se dice que hay amistades que nacen a los pocos minutos de comenzada una relación, y otras que pueden tardar años en consolidarse.
Las relaciones de amistad pueden existir, incluso, entre dos especies diferentes. Por eso se dice que el perro es el “mejor amigo del hombre”, en referencia al vínculo afectivo que puede constituirse entre un homo sapiens y este animal.
Entre los componentes que forman una amistad, puede mencionarse el agrado al compartir actividades, el entendimiento mutuo, la simpatía, la sinceridad y el interés y la preocupación por el otro.



lunes, 10 de septiembre de 2012

ALEGRIA



ALEGRIA



La alegría es una de las tantas emociones que experimenta el ser humano en esta vida a la par de otras como ser el miedo, la ira, la sorpresa, la tristeza y el asco. Generalmente está originada por un sentimiento placentero o por la relación con alguna persona o cosa que manifiesta este tipo de emoción y que nos la contagia viviéndola casi como propia.
La alegría, entonces, como se desprende de lo que comentábamos, es una emoción positiva y agradable para cua
lquier persona que la observe, tanto en el, como en el otro, en tanto y la mayoría de las veces, se caracteriza por la manifestación de un estado interior luminoso, que ostenta una buena cantidad de energía y tendencia hacia una actitud constructiva y positiva, aún, cuando las cosas no hayan salido como se lo esperaba o deseaba.
 Porque la persona alegre difícilmente pase desapercibida ante el resto de las miradas, ya que lo que muestra físicamente, hablando o en las decisiones que toma, revelan ese estado de armonía y felicidad que describíamos.
La alegría puede aparecer como una reacción, es decir, presentarse como consecuencia de un acontecimiento pasajero como podría ser el caso de ganar un premio, pasar un rato con los amigos, recibir un halago, un aumento en el trabajo, comprarse un lindo vestido o toparse con algún objeto que deseábamos y de pronto sin ningún esfuerzo es nuestro.
En esta situación, puede ser, que luego la persona que antes de este hecho se presentaba como parca o mal humorada, regrese a este humor.
Pero por otro lado puede ser que en realidad la alegría sea una tendencia vital o la actitud normal que ostenta una persona para vivir su vida, es decir, que toma a la alegría como un valor sobre el cual se guiarán cada una de sus decisiones, actitudes o pensamientos.
En otras palabras y ya alejándonos un poco de la formalidad de las definiciones, la alegría creo yo es el estado ideal al cual puede aspirar a alcanzar una persona.

EL AMOR






Es el principio que crea y sustenta las relaciones humanas con dignidad y profundidad.  espiritual nos lleva al silencio, y éste tiene el poder de unir, guiar y liberar a las personas.  es la base para el principio de ecuanimidad entre el espíritud y la persona. Cuando el amor está combinado con la fe, crea una base fuerte para la iniciativa y la acción. El amor es el catalizador para el cambio, el desarrollo y los logros no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el propio ser. Se puede sentir amor por el país de orígen, por un propósito apreciado, por la verdad, la justicia, la ética, por las personas, la naturaleza, el servicio a los demás y por Dios. El amor emana de la verdad, y de la sabiduría.
El amor basado en la sabiduría es amor real, no es un amor a ciegas. Descubrir los secretos del amor es observar cómo se revelan los secretos de la vida.


La base del amor real o verdadero, entre las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente interconectada con los demás, reconoce ese estado en el otro. Como consecuencia, hay amor constante y natural. El amor verdadero se da cuando tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento.